Cuando pensamos en abordar el mercado inmobiliario en Venezuela no podemos soslayar todas las señales de la crisis económica que atraviesa el país. Sin embargo, cada sector económico tiene sus particularidades para operar y encontrar las oportunidades para crecer.
Cuando pensamos en abordar el mercado inmobiliario en Venezuela no podemos soslayar todas las señales de la crisis económica que atraviesa el país. Sin embargo, cada sector económico tiene sus particularidades para operar y encontrar las oportunidades para crecer.
A finales de mayo pasado, el Banco Central de Venezuela publicó cifras oficiales sobre la economía. Un hecho común en otras latitudes se vuelve de importancia porque el organismo desde 2014 no publicaba cifras fundamentales para el análisis real de la economía. Entre lo más importante tenemos:
La inflación de 2018 cerró en 130.060%
Disminución de las importaciones de $44.067 millones en 2013 a $5.835 millones en 2018.
y una contracción de la economía de 53,4$ entre 2013 y 2018
Ante este escenario ¿Cómo podemos hacer para no perdernos en la desesperación? La clave está en reconocer que existen posibilidades de crecimiento, justamente por la crisis. Existen capitales foráneos que buscan condiciones de inversión ventajosas que en nuestro país existen. Bajo costo país, bajos salarios, propiedades a precios bajos. Es el mejor momento para invertir capitales ya que una vez que mejore la economía las condiciones para invertir no serán tan ventajosas como lo son ahora mismo.
¿Cómo tasar en el mercado inmobiliario en Venezuela?
Con la economía trastornada tal como está. La pregunta más evidente es ¿Cómo se fijan los precios en los inmuebles? Justamente por las distorsiones se hace tan complejo el proceso de fijar el precio. Esto se debe a que hay personas que piden mucho por sus propiedades y otras piden poco. Esta dinámica dificulta que existan precios constantes, aunque sean de referencia. En condiciones normales el avalúo de una propiedad se establece tomando en cuenta la zona y el estado de la construcción.
De esta manera, la dinámica que ha venido estableciéndose ha sido fijar precios más o menos referenciales o simplemente ir tanteando el mercado para encontrar al cliente ideal para cada propiedad, respetando el precio fijado por el cliente o negociándolo.
En los últimos años en Venezuela, el dólar ha pasado a ser la moneda de referencia debido al proceso hiperinflacionario y la falta de confianza en el Bolívar. Esta situación ha llegado a ser tan evidente que el control cambiario mantenido durante años al fin pudo levantarse.
Sin embargo aún hay zonas grises en las leyes que no dejan claro hasta qué punto podemos usar al dólar como moneda de transacción para bienes y servicios. Particularmente en la industria inmobiliaria aún existen restricciones y es pertinente saber qué puede hacerse y qué no.
Liberación cambiaria y mercado inmobiliario en Venezuela
Para las negociaciones inmobiliarias la Ley establece que no es posible transar ventas ni arrendamientos en divisas cuando se trata de viviendas. Los locales comerciales e inmuebles de uso comercial sí pueden venderse en divisas pero no alquilarse en moneda extranjera.
En el caso de los inmuebles como oficinas, galpones, industrias y consultorios sí se pueden vender en divisas sin restricciones. En caso de arrendarse también puede hacerse en moneda extranjera con la posibilidad de pago en bolívares usando como moneda de cuenta la divisa.
Este panorama económico hace especialmente ventajosas las transacciones de inmuebles en el ámbito de comercio e industrias. Por lo que podemos concluir que para fines de preservar el patrimonio los inmuebles destinados a vivienda aún tienen la ventaja de estar a bajos precios pero para invertir es mejor hacerlo en industrias, galpones y oficinas.
Particularmente en las propiedades comerciales, como locales y galpones, encontrar al cliente óptimo se logra por medio de conocer las necesidades específicas de la actividad que tendrá lugar en la propiedad. Por lo que las necesidades del cliente y las ventajas comparativas del inmueble en oferta hacen más fácil el proceso de negociación.
De cualquier manera, desde hace años el mercado inmobiliario recurre a las divisas, al menos referencialmente para poder asegurar el valor del patrimonio. Existen ventajas actuales, entre ellas la libertad de comerciar en divisas que ha tenido lugar desde mayo pasado que permite el acceso a estas de forma legal. También existen ventajas relativas para industriales y empresarios como zonas económicas especiales y un bajo costo país.
Oportunidades en Venezuela
Un ejemplo de oportunidades en medio de la crisis es la zona económica especial Guarenas-Guatire. En el decreto 30440 específicamente se establece la exoneración del 100% del ISLR a las empresas mientras adecúan sus procesos a la exportación. Igualmente se establece un 75% de exoneración por 10 años, si mantienen una exportación mayor al 70% de su producción.
Esto es un pequeño ejemplo de los cambios económicos que actualmente experimentamos, que aunque son insuficientes, avizoran oportunidades a corto plazo. Solo es cuestión de aprovecharlas. A vista de todos está el proceso de dolarización real de la economía, aunado a la liberación cambiaria que hace fundamental que el ingreso de divisas al país tenga su origen en las exportaciones no petroleras.
Los emprendedores ahora mismo pueden reconocer las oportunidades que ya existen gracias a las plazas que han quedado disponibles en la industria y tomar posiciones ventajosas, tanto para la demanda nacional como para la exportación.
Para concluir, en medio de esta economía trastornada se hace más precisa que nunca una asesoría profesional a la hora de comprar o vender un inmueble. Ya que oportunidades existen pero solo el profesionalismo y la experiencia permiten reconocerlas a tiempo.